PRIMER CAPITULO

Tintín y los suyos hacen 75 años

Tintín, el intrépido y eternamente joven reportero, y sus amigos han cumplido 75 años, pero él sigue como siempre, como si el tiempo no pasara por él, con sus bombachos y su rubio tupé al viento.
El 10 de enero de 1929 se publicaba en Le Petit Vingtième, suplemento infantil del diario belga Le XXe Siècle, por primera vez una historieta de Tintín firmada por Hergé, seudónimo formado por la inversa de las iniciales, de George Remí, (1907-1983), su creador.
A lo largo de los 25 títulos publicados de las aventuras de Tintín, traducidos a cerca de 50 idiomas, son numerosos los personajes que pasean por sus viñetas luciendo sus pipas, no sólo el deslenguado Capitán Haddock, ¡qué haría un intrépido marino como él sin pipa!.
En el “Tintín en América”, 1931), son los indios americanos quienes aparecen fumando la pipa de la paz, incluso su gran jefe, el Poderoso Sachem, llega a jurar por su calumet no recordar donde enterró por última vez el hacha de guerra. Viñetas más adelante aparece un pacífico granjero conduciendo su carro mientras fuma plácidamente su pipa, hasta que un precioso tren de vapor le arrolla antes de explosionar, por cuya causa encontraremos a nuestro granjero sobre la copa de un árbol, pero ni el empuje del tren ni el efecto de la explosión han conseguido sacarle su pipa de la boca.
Los personajes creados por Hergé suelen utilizar pipas tipo billiard, pero en “La isla negra”, (1937), aparecen unos entrañables lugareños luciendo espléndidas calabash.
Hay que relatar una secuencia aparecida en “El templo del sol”, (1946), en la que Tintín, su perro foxterrier Milú, y el Capitán Haddock están encarcelados, el capitán no encuentra con qué encender su pipa, ha olvidado las cerillas, pero Tintín se las ingenia para encendérsela por medio de una lupa, pero finalmente la pipa se cae al suelo y se rompe por el caño. Haddock con desconocido y no detallado sistema logra recomponer su pipa, aunque…. mejor lo leen.
El Capitán Haddock es uno de los personajes más real de cuántos creó Hergé. Inventor de largas imprecaciones, (bebe-sin-sed, especie de individuo, ectoplasma, catacresis..), es rudo pero sentimental, nervioso pero no neurótico. Llega a ser tan real que Juan E. D'Ors cuenta en su “Tintín, Hergé…y los demás”, que en cierta ocasión un niño se acercó a Hergé y le dijo: “No me gusta el Capitán Haddock en el cine. ¡No tiene la misma voz que en los albumes”. Lo que no me explico es de donde sacó la paciencia para no matar al niño Abdallah por tirarle la pipa al suelo con un certero proyectil de una pistola de plástico en “Stock de coque”, (1958).

Uvepe.

Publicado el 12/04/2004 por : Abubilla




humor/capitulo_1.txt · Última modificación: 2014/10/13 02:11 (editor externo)
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