Tintín y los suyos…(yV)
Uvepé
Con esta quinta entrega cerramos la serie que durante 2004 hemos dedicado a conmemorar el 75 aniversario de la creación por George Remí, Hergé, del universal reportero y los personajes que le acompañan en sus aventuras a través del mundo, reflejados en los albunes publicados entre 1930, en que apareció “Tintín y los Soviets”, y 1976 en que vió la luz el último de ellos, “Tintín y los Pícaros”; puesto que “Tintín y el Arte-Alfa”, aparecido en 1986, no puede ser considerado como una aventura completa. Hergé había dejado instrucciones de que su obra no fuera continuada por nadie. Por ello este álbum nos muestra una última viñeta en la que Tintín es conducido hacia un lugar en el que será convertido en estatua abstracta…. |
Mucho antes de que el hombre llegara a la luna Hergé se propuso enviar a sus personajes a nuestro satélite. En 1953 se publicó la primera parte de la aventura selenita de Tintín y algunos de sus amigos titulada “Objetivo: la Luna”, editado 4 años antes del lanzamiento del Sputnik. |
Al regreso de un viaje Tintín y Haddock reciben una llamada de Tornasol, que se encuentra en una base de investigaciones en Sildavia, donde realiza una investigación sobre un cohete lunar con motor atómico. Tras varios avatares el cohete despega hacia la Luna, con cuatro tripulantes, uno de ellos el perro Milú, en su interior. La aventura termina con el siguiente álbum, “Aterrizaje en la Luna”, 1954, en el que no hemos encontrado pipa alguna, por lo que no nos detendremos en él en esta serie, aunque ambos sean una excelente lección de la imaginación y anticipación de Hergé. |
Seguro que muchos consideran “La joyas de la Castafiore”, 1963, como una de las más divertidas historias de Tintín. |
La acción transcurre en la mansión de Haddock, éste y la Castafiore serán los personajes de esta historia, en la que todo es humor e ironía. |
Al Capitán le ocurren todo tipo de desgracias a lo largo de este álbum, le muerde en la mano una niña; se cae por las escaleras y se rompe un pie; un loro le pica en un dedo y más tarde en la nariz; una avispa le pica en la nariz y se la deja hecha un tomate; de pronto llega una jugotona Castafiore que le tapa los ojos para que la reconozca sin ser vista y del susto la pipa de capitán vuela una vez más por el aire. Ninguno de estos incidentes consigue hacer que Haddock se olvide de su amiga la pipa, y sentado en una silla de ruedas se pasea a lo largo de las viñetas disfrutando del tabaco, en plácidas fumadas. |
La acción transcurre durante un viaje a San Teodoros, la Castafiore y los Hernández y Fernández son detenidos por el régimen del general Tapioca, bajo el pretexto de un complot a cuya cabeza estaría Haddock. Tras un intercambio de telegramas el Capitán y Tornasol aceptan ir a Tapiocápolis para discutir con el general, pero todo es una trampa. Entonces es cuando Tintín y Milú se reúnen con ellos. |
De nuevo es Haddock quien luce sus pipas, aunque no encuentre el tabaco. Tras sufrir el agradecido besuqueo de Tornasol aparece entre densas nubes del humo que emana su pipa. Finaliza la historia, y esta serie, en una de las últimas viñetas con su inseparable amiga la pipa. |
Decimos adiós a los personajes que nos han acompañado a lo largo de estos cinco capítulos, homenaje a Tintín y los suyos, en el 75 aniversario de su creación por Hergé. |
Aquí dejamos a la peculiar diva por excelencia, la Castafiore; a la pareja de bigotudos detectives Hernández y Fernández; al despistado y genial sabio Silvestre Tornasol; a nuestro amigo el capitán Haddock y sus buena colección de pipas; a uno de los perros más humanos conocidos, el fiel Milú; y como no, nuestro héroe, el intrépido reportero Tintín; y un gran número de personajes menos conocidos que aparecen en diversos momentos de las aventuras; que siempre estarán esperando entre las páginas de cualquiera de los albunes a que volvamos a visitarles, o que cualquier nuevo lector desee descubrirles, en estas divertidas aventuras, que hace 75 años creó George Remí, el genial Hergé. |
Publicado el 15/01/2006 por :mhm.