Este sábado, un grupo de hombres, elfos, hobbits y enanos, armados de largas pipas y bajo la supervisión de un druida conxurador, se han reunido en el bosque para dar buena cuenta de viandas y bebidas que han degustado con sumo placer.
Después han tomado sus tés y cafés y luego de despedirse del hada del robledal se han esfumado como por encanto, dejando su presencia suspendida en el aire…